Es incalculable el daño que se les puede hacer a los infantes cuando gente sin preparación, empatia, educación, respeto y real conocimiento de la educación en la infancia tiene bajo su cuidado a los más grandes tesoros de toda familia, los hijos. El dueño específicamente de este lugar trata con desprecio y arrogancia tanto a los pequeños como a las demás personas y es un peligro constante para los pequeños cuando es capaz de explotar y comportarse como un cavernicola. Un misogino en la forma de dirigirse a las mujeres, altanero, agresivo y con el descaro de transportar pequeños sin las sillas adecuadas y sin cinturón de seguridad, exponiendolos a un grave accidente y dejando ver su desesperación y poca paciencia al ver como apresura y levanta la voz a estos mismos pequeños. Una verdadera lástima cuando tipos así aprovechan la necesidad de los demás, de quien busca dónde dejar a sus pequeños para poder salir a trabajar. Espero los pequeños de ahí puedan salir bien librados de esta estancia.