Lleve a mi nena de 3 años para conocer el tipo de sangre que tiene, requisito de la escuela, el joven que la atendió le dio confianza, le fue explicando hasta el momento del piquete y mi niña no lloro! Que alivio llegar a un lugar donde su humanidad pueda ser de ayuda a nuestros seres más queridos. Solo la cajera le falta un curso de atención al cliente, nada amable. Hace muchos años me toco ser atendida por uno de los dueños, y en otra ocasión, solo observe a otro de ellos, claros, firmes y muy amables. A esta chica le hace falta unos consejos por parte de ellos. Gracias